Cada koala
establece su propio territorio, cuyo tamaño depende de diversos factores:
sexo, edad, posición social, calidad y resistencia del terreno. En los bosques,
tienen lugar las luchas por el territorio, especialmente durante el período de
apareamiento.
Para sostener
una población socialmente estable, el tamaño del territorio ha de garantizar
suficientes árboles adecuados para proveer al koala de alimentos y protección.
Los koalas
pueden permanecer en su territorio durante toda la vida, excepto en los casos
de catástrofes y alteraciones del hábitat. Así mismo, cambian a menudo de
árboles dentro de su territorio para comer, buscar refugio o mantener el
contacto social. Además, dejan marcas de olor para acotar su terreno.
En una población biológica estable, los territorios de
los vecinos se solapan. Los machos prefieren territorios donde se unan con uno
o varios territorios de hembras. Si se solapan territorios de machos, se
evitará el contacto.
El territorio
de una hembra puede coincidir con los de ambos sexos. Antes de que los koalas
jóvenes emigren, consideran el territorio de su madre como propio.
Generalmente, los territorios de los machos son más grandes que los de las
hembras.
Algunos de los
árboles marcados con excrementos sirven de lugar de encuentro, razón por la que
juegan un papel decisivo en la estabilidad de la población. Mientras las koalas
hembras marcan su territorio con el olor de sus glándulas mamarias, los koalas
machos usan el olor de su orina.
Dentro de un
territorio, hay árboles a los que no pueden acceder algunos koalas. Gracias a
este comportamiento la población se equilibra.
También
explica por qué los koalas jóvenes deben abandonar a sus madres. En el caso de
que permanecieran junto a sus madres, competirían contra ellas o contra otros animales
para obtener alimentos. Los koalas jóvenes deben establecerse en las zonas
periféricas de una comunidad.
Si un koala
muere, su territorio es cedido a un congénere. Por ello, las fronteras siguen
siendo prácticamente las mismas. Antes de establecer un territorio fijo, los
koalas jóvenes suelen recorrer las zonas periféricas de una colonia durante un
mes. De este modo, toman posesión de numerosos territorios abandonados.
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